Renzi se despidió ayer de su cargo de alcalde de Florencia que ocupaba desde 2009 | TONY GENTILE

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El secretario general del Partido Demócrata (PD), Matteo Renzi, aceptó ayer «con reservas» el encargo del jefe del Estado italiano, Giorgio Napolitano, de formar Gobierno y aseguró que, una vez lo haya formado con una coalición estable, llevará a cabo «una reforma al mes».

Tras una ronda de consultas frenética que ha copado la agenda de Napolitano durante todo el fin de semana, finalmente, el casi nonagenario jefe del Estado (Nápoles, 1929) recibió ayer al joven Matteo Renzi para instarle a buscar socios políticos que conformen una mayoría estable con la que gobernar el país.

Una propuesta que Renzi aceptó «con reservas» ya que, en los próximos días, tendrá que entrevistarse con los principales líderes políticos italianos y hacer números para sumar escaños que configuren un Gobierno sólido y capaz de emprender las reformas que el líder del PD preconiza.

Acto seguido, en la sala de prensa del palacio del Quirinale, la sede de la Jefatura del Estado, Renzi anunció su decisión de afrontar una nueva etapa gubernamental en Italia y de recabar apoyos para su causa.

«He aceptado el cargo con reserva y con responsabilidad y prometo que pondré todo mi ahínco y tesón para afrontar esta nueva y difícil situación», afirmó.

Además, avanzó que el Gobierno que está llamado a liderar trabajará en una nueva ley electoral y una reforma de las instituciones en el mes de febrero mientras que marzo y abril estarán dedicados, respectivamente, a hilvanar medidas de creación de empleo y una reforma de la administración pública.

Mientras el líder del PD hablaba en el palacio, en el exterior un grupo del partido de la derecha «Hermanos de Italia» se manifestaba a las puertas de la sede para protestar por el nombramiento a dedo de Renzi y para reivindicar elecciones anticipadas para Italia.

Al finalizar su cita con Napolitano y tal y como dicta la costumbre, el nuevo primer ministro acudió a las sedes parlamentarias estatales de la capital para comunicar a los respectivos presidentes su nuevo nombramiento.

Parlamento
De este modo, fue recibido por Laura Boldrini, presidenta del Parlamento, con quien mantuvo un encuentro privado de 40 minutos en el que, según la propia Boldrini, hablaron de reformas y de la crisis.

Después recibido en el Senado por el presidente de esta cámara, Pietro Grasso, con quien mantuvo una reunión privada de 35 minutos.

Finalizadas las visitas institucionales, Renzi acudió a la estación romana de Termini para viajar en tren a Florencia, ciudad de la que es regidor desde 2009 y de la que ayer tuvo que despedirse para comenzar una carrera más allá del ámbito municipal, la de primer ministro de Italia.

Durante su viaje de Roma a Florencia, de una hora y cuarenta minutos de duración, Renzi publicó en su perfil de la red social Twitter una frase a la que, en los últimos días, ha recurrido con frecuencia.

«Con toda la energía y el coraje que tenemos», tuiteó junto a la etiqueta «esta vez es la buena» (#lavoltabuona).
En la sala del Palazzo Vecchio, sede legislativa de la capital toscana, Renzi hizo balance de su gestión al frente del consistorio arropado por su equipo de Gobierno local.

Allí, entre aplausos y algunos abucheos, agradeció la «responsabilidad» de la oposición y aseguró que el suyo «no era un discurso de despedida».

Hoy Renzi dará comienzo a una fase en la que recibirá a los líderes italianos para formar un equipo que gobierne Italia, un proceso que, según los analistas, podría concluir este jueves para que su nombramiento definitivo como primer ministro se produzca el próximo fin de semana.