Los militantes que siguieron la noche electoral desde la sede del PSOE demostraron su euforia | Gemma Andreu

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El subidón de casi 4.500 votos registrado en las urnas de las Islas respecto a las anteriores elecciones generales se tradujo en la sede del PSOE del Cós de Gràcia de Maó en una auténtica fiesta en la que no faltaron los cánticos, los vítores, los repetidos aplausos y unos sentidos rostros de satisfacción. Y de emoción, porque a la secretaria general Susana Mora se la vio emocionada, como a la nueva senadora Carme Garcia Querol. Ayudó al jolgorio la caída del eterno rival, que fue objeto de algunos chascarrillos en los corrillos, y al alivio, el comedido resultado de fuerzas como Vox. Solo alguna mueca cuando alguien malicioso planteaba un hipotético pacto con Ciudadanos.

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Tal era la confianza y las ansias de celebrar, que Mora, Pau Morlà y Garcia Querol comparecieron ante los medios de comunicación con apenas el 40 por ciento de los votos al Senado escrutados, algo no habitual en las noches electorales socialistas. Una exultante Susana Mora habló de «un día histórico», en el que los ciudadanos de la Isla y del resto de España «han dicho alto y claro que somos feministas, igualitarios, respetuosos, tolerantes y no permitiremos que nos recorten los derechos conseguidos durante la democracia». Una frase que resume la euforia por una victoria que se había resistido en las últimas convocatorias y la tranquilidad por ver que las derechas no sumaban.

El PSOE no sabía lo que era celebrar la victoria en unas elecciones generales desde 2008, punto de inflexión que le llevó a una tendencia a la baja que se había revertido hasta ayer. No recupera aquellos 19.069 votos, pero sí una buena parte de ellos.
No obstante, Mora advirtió a los suyos que «a partir de mañana (hoy) tenemos que trabajar para que los resultados sean los mismos para Menorca y para» todos y cada uno de los pueblos de la Isla, en relación al próximo 26 de mayo. Para finalizar su discurso, la líder socialista en la Isla destacó el hecho que el PSOE vuelva a tener un senador por Menorca «cuarenta años después» (aunque en realidad no son tantos) y que «deberemos trabajar para que la voz de la Isla se escuche en el Congreso».