El ruido blanco se trata de un sonido nacido de la combinación de todas las frecuencias. | Freepik

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El ruido blanco, caracterizado por una mezcla constante de todas las frecuencias audibles, se ha popularizado como una herramienta para mejorar el sueño. Su capacidad para enmascarar sonidos ambientales ha llevado a muchos a utilizar dispositivos o aplicaciones que lo generan, con la esperanza de conciliar el sueño más rápidamente y mantener un descanso ininterrumpido.

Diversos estudios han explorado la eficacia del ruido blanco en la mejora del sueño. Una investigación de 2005 analizó su impacto en pacientes de una unidad de cuidados intensivos, concluyendo que el ruido blanco reducía las interrupciones del sueño al amortiguar las variaciones bruscas de sonido en el entorno hospitalario.

Otro estudio de 2016 en una unidad coronaria observó que los pacientes expuestos al ruido blanco mantenían la cantidad y calidad de sueño, a pesar de los ruidos típicos del ambiente hospitalario. Estos hallazgos sugieren que el ruido blanco puede ser útil para enmascarar sonidos perturbadores y mejorar la calidad del sueño en entornos ruidosos.

Sin embargo, no todas las investigaciones respaldan su eficacia de manera concluyente. Una revisión de 38 estudios sobre el uso del ruido blanco para mejorar el sueño indicó que, aunque algunas personas se duermen más rápido con su uso, la calidad de la evidencia es limitada. Además, se ha sugerido que la exposición prolongada al ruido blanco podría interferir con la capacidad del sistema auditivo para descansar y regenerarse durante la noche, potencialmente afectando la calidad del sueño y la salud auditiva.

Es importante considerar que la efectividad del ruido blanco puede variar según las preferencias individuales y las características del entorno. Algunas personas encuentran en estos sonidos una herramienta útil para relajarse y conciliar el sueño, mientras que otras no perciben beneficios significativos o incluso pueden sentirse incómodas. Además, la exposición a volúmenes elevados de ruido blanco, especialmente en niños, podría ser perjudicial para la audición. Por ello, se recomienda utilizar estos dispositivos a niveles de volumen moderados y no de forma prolongada.