Siempre se ha dicho que invitar a nuestra mascota a la cama refuerza el vínculo emocional. | Freepik

TW
3

Para muchas personas, dormir con sus mascotas es una muestra de amor y cercanía. Los animales de compañía son considerados miembros de la familia, y compartir la cama con ellos se siente natural. Sin embargo, la ciencia tiene opiniones mixtas sobre esta práctica.

Por un lado, los beneficios emocionales son notables. La compañía de una mascota puede reducir los niveles de estrés y ansiedad, lo que contribuye a un sueño más relajado. El simple acto de acariciar a una mascota genera la liberación de oxitocina, la hormona del bienestar, en el cerebro, creando una sensación de calma. Esto puede ser especialmente útil para personas que sufren de problemas de sueño relacionados con el estrés.

Desde el punto de vista psicológico, las mascotas pueden proporcionar una sensación de seguridad, lo cual es importante para algunas personas. Dormir con una mascota también refuerza el vínculo emocional, lo que aumenta la sensación de bienestar tanto para el animal como para el dueño.

No obstante, hay riesgos asociados. Las interrupciones del sueño causadas por los movimientos o ruidos de las mascotas pueden afectar la calidad del descanso. Además, compartir la cama con animales puede conllevar problemas de salud, especialmente para personas con alergias. Las mascotas pueden ser portadoras de ácaros y otros parásitos, que podrían causar irritaciones cutáneas o exacerbar síntomas alérgicos, dificultando un sueño reparador.

Para aquellos con un sistema inmunológico debilitado, existe el riesgo de contraer enfermedades zoonóticas. Sin embargo, para personas sanas, el riesgo es bajo y se pueden adoptar medidas como mantener una buena higiene de las mascotas.