Existen productos específicos para limpiar las pantallas. | Freepik

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Mantener la pantalla de tu ordenador limpia es crucial para una experiencia visual óptima, pero hacerlo incorrectamente puede causar daños irreparables. El primer paso es utilizar un paño de microfibra, que es suave y no raya. Para evitar manchas o daños, humedece ligeramente el paño con agua y nunca apliques líquidos directamente sobre la pantalla. También es importante evitar productos que contengan alcohol o amoníaco, ya que pueden afectar negativamente la superficie.

Si la pantalla está particularmente sucia, existen limpiadores específicos para pantallas que son seguros de usar. Estos productos están formulados para no dejar residuos ni afectar el revestimiento antirreflejante de muchos monitores. Aplica siempre el limpiador al paño, nunca directamente a la pantalla.

Para eliminar polvo y huellas, pasa el paño suavemente, sin presionar demasiado. Repite este proceso de forma regular para evitar la acumulación de suciedad. No utilices toallas de papel, esponjas abrasivas ni cualquier otro material que pueda causar rayaduras. Tampoco emplees aire comprimido, ya que puede esparcir partículas o incluso dañar los componentes internos.

Este método es aplicable tanto a monitores de ordenador como a pantallas de televisión, tablets o smartphones. Mantener estos dispositivos limpios no solo mejora la calidad de la imagen, sino que también prolonga su vida útil al prevenir el desgaste de su superficie.