En concreto, cuando se hace referencia a este término se habla de aquella parte de internet que no está indexada por los motores de búsqueda convencionales y requiere software específico para acceder a ella. A menudo se confunde con la Deep Web, pero mientras que la Deep Web simplemente se refiere a cualquier contenido en línea no accesible mediante motores de búsqueda estándar (como bases de datos académicas o correos electrónicos privados), la Dark Web implica una capa de anonimato y encriptación adicional, comúnmente asociada con actividades ilegales y clandestinas.
El acceso a la Dark Web se realiza principalmente a través del software Tor (The Onion Router), que fue desarrollado por el Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos para proteger las comunicaciones en línea. Tor funciona enrutando la conexión del usuario a través de múltiples nodos en todo el mundo, lo que dificulta rastrear la identidad y ubicación del usuario. Otros navegadores como I2P y Freenet también permiten acceso a partes de la Dark Web, pero Tor es el más conocido y utilizado.
La Dark Web alberga una amplia gama de contenidos y servicios. Algunos de estos son legítimos, como foros de discusión política en países con regímenes represivos, donde los usuarios pueden hablar sin temor a represalias. También se utiliza para proteger la privacidad de periodistas y denunciantes que necesitan comunicarse de manera segura y anónima. Sin embargo, gran parte de la reputación de la Dark Web proviene de su uso para actividades ilícitas. Es un mercado para la venta de drogas, armas, documentos falsificados, y datos personales robados. Los mercados negros, como el notorio Silk Road (cerrado en 2013), ejemplifican este tipo de actividades. Además, hay servicios de hacking a la venta, así como material explícito ilegal.
Existen varios riesgos asociados con el uso de la Dark Web. Debido a la naturaleza anónima de las transacciones, los usuarios están en riesgo de ser estafados. También hay una alta probabilidad de encontrarse con malware (virus informáticos) y otros programas maliciosos. Las fuerzas de seguridad de todo el mundo están constantemente monitoreando la Dark Web, y participar en actividades ilegales puede resultar en arresto y enjuiciamiento.
Circulan muchos mitos y exageraciones en torno a la Dark Web. No todo lo que ocurre allí es ilegal, y no es un lugar lleno de actividad criminal en cada esquina. Muchas veces, se pinta con un pincel más oscuro de lo que realmente es. La Dark Web es una esfera compleja y multifacética de Internet. Si bien proporciona un refugio para la libertad de expresión en situaciones donde esta está restringida, también alberga un mercado próspero para actividades ilegales. Comprender su funcionamiento y los riesgos asociados es crucial para navegar este espacio de manera informada y segura.
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