Con la llegada del verano, cada vez más personas están ansiosas por disfrutar del sol. | Karolina Grabowska

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Con la llegada del verano, cada vez más personas están ansiosas por disfrutar del sol. No obstante, la protección solar adecuada es esencial para prevenir el daño a la piel causado por los rayos ultravioleta. Aunque muchos se ponen crema en el rostro y los brazos, existen áreas críticas del cuerpo que suelen pasar desapercibidas. Por ese motivo, te mostramos tres zonas que no debes olvidar aplicarte y que nos quemamos más fácilmente de lo que creemos:

Orejas

Podemos pensar que nuestras orejas están protegidas por el cabello o un sombrero, pero este no siempre es el caso. Según los dermatólogos, el cáncer de piel en esta área es más común de lo que se piensa. Por lo tanto, es vital que nos pongamos en esta zona del cuerpo cada vez que salgamos al sol. Recuerda cubrir tanto la parte delantera como la trasera para una protección óptima.

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Pies

Otro lugar comúnmente olvidado son los pies. A pesar de que pueden estar expuestos al sol durante largos períodos de tiempo, sobre todo cuando llevamos sandalias o estamos en la playa, a menudo no reciben la protección que necesitan. Presta especial atención a la planta de los pies, el empeine y a los espacios entre los dedos, que son áreas particularmente vulnerables.

Debajo de los tirantes del bikini

La zona debajo de los tirantes del bikini también es de riesgo. No importa cuán ajustado esté, los movimientos, el agua y el sudor pueden hacer que se desplacen, dejando la piel desprotegida. Es fundamental esparcir la crema solar antes de ponerse esta prenda y repetir el proceso cada dos horas, o después de cada baño, para mantener la protección.

La aplicación adecuada de la crema solar es tan importante como la selección del protector adecuado. Elige un producto de amplio espectro que proteja contra los rayos UVA y UVB, con un FPS de al menos 30. El cáncer de piel es uno de los más comunes y, afortunadamente, uno de los más prevenibles. La clave está en no olvidar ninguna parte de nuestro cuerpo a la hora de protegernos del sol. Recuerda, cuando se trata de protección solar, más es siempre mejor.