La malagueña de 45 años, que se dedica al mundo de la moda -es diseñadora y tiene su propia tienda de ropa- ha logrado imponerse en la votación final celebrada en la madrugada del viernes a Gianmarco Onestini, un modelo italiano, colaborador de televisión de 22 años y ex concursante de “Gran Hermano VIP 7”, que ha perdido 16 kilos en la aventura.
«Habré gustado mas o habré gustado menos, pero en todo momento he sido yo. He intentado hacer supervivencia. No se de donde he sacado las fuerzas», ha apuntado la concursante en su alegato final, unos minutos antes de proclamarse vencedora gracias a los votos de los espectadores de la gala emitida en Telecinco.
La participación en el concurso de la mujer de Antonio David Flores estuvo cuestionada en las semanas previas, después de que el ex yerno de Rocío Jurado fuera apartado de los programas de Mediaset tras las acusaciones de malos tratos que recibió por parte de su exmujer Rocío Carrasco en un documental que comenzó a emitirse en Telecinco poco antes del concurso.
Moreno decidió finalmente participar y, durante los tres meses que ha durado la experiencia, ha sido carne de cañón para los programas de Telecinco, especialmente por la participación de Rocío Flores (hija de Antonio David y Rocío Carrasco) en distintos programas para defender y apoyar a la pareja de su padre.
La joven, que participó en la pasada edición del concurso, ha acudido al plató a recibir a Moreno, acompañada de su hermano, quien padece un trastorno genético que se conoce como síndrome de Angelman y no había aparecido hasta ahora en los medios de comunicación.
En esta edición de «Supervivientes» ha habido dieciséis concursantes famosos, la mayoría caras conocidas de otros programas de telerrealidad, algunos artistas y celebridades varias, muchos de ellos relacionados entre sí, una fórmula utilizada por Mediaset para potenciar el drama.
Las otras dos concursantes que han logrado llegar a la final han sido Melyssa Pinto, exparticipante de «Mujeres y Hombres y Viceversa» y «La Isla de las Tentaciones 2» y Lola Mencía, concursante de «La isla de las tentaciones 2».
Esta ha sido la edición más larga de la historia de “Supervivientes”, con un total de 101 días en Honduras. Los concursantes del programa que han presentado Lara Álvarez, Jorge Javier Vázquez, Carlos Sobera y Jordi González iniciaron el concurso separados en dos grupos y con condiciones distintas.
La mitad en la Isla del Pirata Morgan, con mayor libertad de movimientos y mejores posibilidades de conseguir alimento, y la otra mitad en el Barco Encallado, con menos recursos para subsistir y dificultades para su movilidad.
Este año ha habido además una novedad, la “Isla destierro», una tercera localización a la que fueron acudiendo los concursantes después de ser expulsados.
Después de que la edición anterior fuera sorprendida en Honduras por el estallido de la pandemia, no ha habido en estos meses ningún problema con el coronavirus y desde el comienzo del rodaje se puso en práctica «un estricto protocolo de medidas sanitarias integrado por las recomendaciones establecidas por la OMS, el Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid y el sector audiovisual español.
Con un equipo de unas 300 personas en Honduras y en España, Mediaset considera al programa como «la producción más compleja y exigente de la televisión en España» con un despliegue técnico de veinte cámaras (cuatro de ellas subacuáticas), dos drones para tomar planos aéreos del día a día en los cayos; tres helicópteros para los saltos y traslados entre los cayos y el continente, y más de 20 lanchas para los desplazamientos por mar.
1 comentario
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Espero que el gobierno no acabe por imitar a Sálvame, haciendo pagar el voto, por dificultades de Hacienda.