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Cuando entre dos actores comienza a surgir cierta química, tanto fuera como dentro de la pantalla, es inevitable que, en ocasiones, surjan los rumores de romance. Y más, si se trata de dos grandes estrellas del panorama cinematográfico como Margot Robbie y Will Smith.

Tras el éxito sin precedentes del fenómeno de Barbie, Margot Robbie ha logrado erigirse como una de las actrices más relevantes de Hollywood. Sin embargo, en la cara no tan bonita de la fama, esta actriz de 33 años se ha convertido también en víctima de la industria debido a los rumores de aventura con el actor Will Smith.

Y es que, a pesar de que a lo largo de su trayectoria, Robbie ha podido desarrollar afinidad con muchos compañeros de profesión, la química existente entre el actor de El príncipe de Bel-Air y ella es demasiado notoria.

La relación entre estos actores se remonta al año 2015, durante el rodaje de la película Focus, en la que ambos eran los protagonistas. «No se puede crear química. O la tienes o no la tienes. Y cuando entró, fue realmente palpable», contaba Smith en una entrevista que concedió a Collider.

Fue, además, una sensación recíproca, algo que, sin duda, sorprendió a la propia actriz de Barbie, según confesó en The National Student: «Era algo que ninguno de nosotros esperábamos realmente. Cuando entramos en la habitación nos llevamos muy bien y eso continuó durante todo el rodaje e hizo que la escena fuera emocionante».

Ante la evidente conexión en pantalla en Focus, así como su reencuentro como pareja artística en Escuadrón Suicida, los rumores de que eran algo más que amigos comenzaron a revolotear en el sector. Tanto es así, que hasta la propia madre de Margot Robbie, Sarie Kessler, se vio obligada a preguntar a su hija si realmente había algo entre ellos. Robbie fue tajante al respecto, asegurándole que «no había intimidad» entre ellos.

Aun así, la actriz destacó que su madre, muy preocupada por el tema, le advirtió de lo que podría pasar: «Ten cuidado la próxima vez que vayáis a una fiesta». Margot, incrédula, le dijo: «Mamá, ni siquiera estábamos en una fiesta, estábamos en el trabajo. No estábamos borrachos».