Joaquín Prat en una imagen de su Instagram. | Instagram

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Joaquín Prat ha roto su silencio. Tanto él como su familia han pasado unos días complicados tras las polémicas declaraciones de su hermano Federico en una entrevista en Canal 8. El hermano del presentador denunció en televisión que vive en una situación precaria y que a día de hoy no tiene ni para comer. Federico pidió ayuda en antena para encontrar trabajo y aseguró que la relación con su familia es «delicada». «No estoy contento con ellos y apenas nos hablamos. Es complicado», lamentó.

«Me vine hace nueve años por amor, he estado yendo y viniendo porque yo vivía en Chipiona y ahora ya me he establecido en un pequeño piso de La Línea de la Concepción. Pago el alquiler con lo que saco de la calle. Yo no me lo gasto en droga ni alcohol, solo en mi alquiler e invito a todo el mundo a que lo compruebe», indicó. Tras estas palabras, Andrea Prat ha decidido emitir un comunicado a través de sus historias de Instagram que también ha compartido el propio Joaquín. «Mi hermano Federico es un ser maravilloso con un corazón de oro. Es y ha sido siempre querido en casa, educado, cariñoso, sensible y es, desgraciadamente, también un adicto», comienza el texto.

Y es que, tal y como ha explicado, la familia ha hecho todo lo posible por ayudarle: «Hace más de 12 años que mi madre y nosotros como hermanos hemos intentado ayudarle. Acompañándole en numerosos tratamientos de rehabilitación, centros de toda índole y también en casa». Después de años de lucha, y según la versión de Andrea, su hermano decidió alejarse: «Tras un duro camino, especialmente para mi madre, esto solo lo comprenderá quien haya tenido que vivir lo mismo en primera persona, el propio Fede escogió vivir en el sur y continuar con su adicción».

Historia compartida por Joaquín Prat.

«Ya no esperamos que algún día se cure. Pero sí tener privacidad familiar para seguir gestionándolo de la manera menos dañina para todos», ha señalado. Eso sí, la familia ha remarcado que Fede cuenta con su ayuda: «Durante todo este tiempo mi madre se ha hecho y sigue haciendo cada mes cargo del lugar en el que vive. Y aunque ha tenido oportunidades ha continuado inmerso en el mundo». «Son muchos años de sufrimiento que solo nosotros conocemos. Ojalá nadie tuviera que pasar por esto. Ni el enfermo ni la familia que desgraciadamente sufre igual. Juzgar es muy fácil pero la vida no es blanco o negro. Nuestra familia es una piña para lo bueno y para lo malo, y así va a seguir siendo», concluye el comunicado.