Según el documento, su fortuna asciende a 300 millones de dólares, pese a que el «rey del pop» murió endeudado el pasado 25 de junio.
Sin embargo, las ventas de discos, de películas y otros negocios posteriores a su fallecimiento, han equilibrado y sacado de la bancarrota sus cuentas bancarias.
Su testamento divide la fortuna en un 40% para su madre Katherine, de 80 años, un 40% para sus hijos Prince, de 13 años, Paris, de 12, y Blanket, de 8, y un 20% para obras de caridad.
Pero sus hijos tendrán un acceso escalonado a los fondos de su padre, según estipula el documento, porque a los 21 años podrán pedir efectivo del fondo, a los 30 podrán conseguir un tercio del total y a los 35 tendrán el control sobre la mitad de su herencia.
Así, sólo cuando cumplan 40 años podrán disfrutar de toda la fortuna, a la que se añadirán los fondos dirigidos a su abuela cuando ésta fallezca.
El testamento no deja nada para sus dos ex mujeres, sus cinco hermanos, sus tres hermanas, su padre, sus trabajadores o sus amigos más íntimos.
Por otra parte, su ciudad natal Gary (Indiana) se prepara para construir un museo y un centro de artes con el nombre del cantante, según informó hoy el canal CNN.
Su alcalde, Rudy Clay, anunció que el proyecto podría traer entre medio millón y 750.000 visitantes a la localidad y unos ingresos de 100 a 150 millones de dólares (81,6 a 122,5 millones de euros) a la comunidad.
Michael y sus nueve hermanos y hermanas nacieron entre 1950 y 1966 en una casa de dos dormitorios de un barrio de clase obrera de esa ciudad, que es hoy un punto de atracción para turistas y admiradores del cantante.
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