¿En la lista negra de Hollywood?

La actriz de Kill Bill y Splash padece el síndrome de Asperger, un trastorno mental similar al autismo que dificulta en gran medida las relaciones sociales y la empatía con los demás.

Según informa PA Entertainment, ha sido la misma actriz quien ha denunciado que los estudios de Hollywood la han mantendio apartada durante años. "No podía ir a los programas de televisión ni a los estrenos, e ir a los Oscars era muy difícil para mí, por no hablar de caminar por la alfombra roja. Tenía una gran fobia social, me sentía muy incómoda", ha dicho Hannah.

La carrera de Hannah comenzó en los 80, cuando impresionó a todo el mundo por su belleza y forma de actuar en películas como 1, 2, 3... Splash o Blade Runner. Pese a sus brillantes comienzos, posteriormente pasó años "desaparecida" hasta que el director Quentin Tarantino la rescató para la película Kill Bill.