Una vez más, la falta de concienciación ambiental y cívica deja estas penosas imágenes de suciedad en nuestras calles. Poco cuesta guardar nuestros propias colillas y arrojarlas en un lugar adecuado. Dañan el medio ambiente, ya que en muchas ocasiones acaban en el mar, y dan una imagen lamentable de nuestras costumbres.