Que hay mucho incivilizado que deja de todo al lado de los contenedores de basura, desde muebles hasta colchones, sabiendo que no es el sitio adecuado y que no se recoge, ya se sabe. Pero en este caso creo que roza el delito. Lo que parecen garrafas de aceite mecánico o comestible, que algún negocio ha dejado abandonado para ahorrarse unos euros en su tratamiento. Y si hay una fuerte tormenta y se rompe la garrafa que? Hay que ser desgraciados. El contenedor está en la calle Mercadal, de Maó. ¿Por qué no lo dejan en su casa?