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QUE así dejaran la mesa de un bar de Sa Plaça des Mercat de Ciutadella un grupo de cinco jóvenes, que después de atiborrarse de calamares a la romana, pulpo a la plancha, cinco entrecots y vino, salieron corriendo sin pagar la factura, cuyo importe era superior a los 200 euros. Solo le falta al sector de la hostelería, muy castigado por las retricciones, actitudes gamberras y delictivas como esta.