21/01/18 21:39
QUE este pitufo gigante permaneciera el jueves a altas horas de la noche apoyado en el tronco de un árbol del Camí des Castell de Maó, quizás víctima de la acumulación de juguetes tras los Reyes y la necesidad de espacio en casas pequeñas. Con los ojos abiertos parecía esperar uno de sus dos destinos posibles: una adopción o un camión hacia Milá.