QUEtres aficionados a la búsqueda deesclata-sangs se desorientaran el viernes cuando andaban entre Macarella y Cala Galdana hasta que fueron encontrados por otros dos buscadores de Ferreries, que muy amablemente les condujeron hasta Ciutadella. Al final, lo que debía ser una plácida excursión se convirtió en una pequeña odisea con final feliz.
Sorprende y no sorprende
También en Opinión
- Un calamar de grandes dimensiones sorprende a los bañistas en la playa de Son Bou
- Los parkings de Cala en Turqueta y Macarella se llenan en el primer día de los controladores
- Sancionada una mujer por conducción temeraria con dos menores en Binibèquer
- El Consell abre 20 expedientes por alquiler turístico ilegal y trabaja en otros posibles 40
- Oleada de quejas por el semáforo de Ses Palmeres: 2.000 multas en tres meses
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.