Pablo Jiménez
Pablo Jiménez

Geógrafo

tema de debate

El rearme de Europa no traerá la paz

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Pensar que poner sobre la mesa 800.000 millones de euros para rearmar Europa puede facilitar la paz en Europa es un absurdo que no tiene sentido. En primer lugar, poque no existe ninguna amenaza, por mucho que nos quieran hacer creer que Rusia quiere invadir la Unión Europea, no Europa, de la que este país forma parte. Cierto es que existe una guerra entre ese país y Ucrania que no tiene por qué extenderse al resto del continente, sobre todo si hacemos un esfuerzo y estudiamos los orígenes históricos del conflicto, a menos que lo que se busque es precisamente eso, llegar a un conflicto armado. Pero esperemos que esta no sea la cuestión.

Lo que sucede aquí realmente es que a UE necesita reafirmarse como entidad geopolítica una vez que EEUU a través del presidente Trump la ha despreciado en las negociaciones de paz en Ucrania y en vez de hacerlo en clave democrática, buscando protagonismo a través de consensos, acuerdos y soluciones basadas en la concordia y en la paz, se apuesta por la presión y la fuerza bruta sin tener en cuenta que la UE no tiene suficientes recursos productivos ni financieros para desplegar un gran arsenal disuasorio frente a posibles amenazas exteriores, lo que nos lleva como siempre a una gran dependencia de EEUU, a los que acabamos comprando el armamento que ellos decidan vendernos. Vamos, que vamos a endeudarnos nuevamente con aquel país, eso sí con una gran retórica de autonomía y seguridad europeas, como ya hicimos con la crisis energética del gas ruso que nos llevó a una enorme dependencia del país americano, con su gas de fracking, por cierto, mucho más caro y contaminante que el convencional.

El discurso europeo es falaz, incoherente y parcial. Condenar la invasión de Rusia de Ucrania y no la de Israel de Gaza, Cisjordania, Líbano y Siria es totalmente contradictorio. Si se busca realmente la paz hay que condenar ambas y apoyar el silencio definitivo de las armas y buscar soluciones. ¿Cómo se puede condenar una agresión como la rusa, pero no otra que consiste en un genocidio claramente planificado y especificado por los principales dirigentes políticos y militares de Israel? Una agresión despiadada de Israel, financiada por EEUU y apoyada por la UE. La paz solo se construye sobre hechos, no con palabras que pretenden defender unos valores democráticos cada vez menos creíbles. La democracia se basa en el debate, en la transparencia, en el consenso, en la solidaridad, en el análisis y la comprensión, no con la imposición de un discurso belicista que pretende infundir miedo para su aceptación, como se está fraguando en la UE con el redoblar persistente de los tambores de guerra.

El aumento del gasto en defensa en los presupuestos del Estado supondrá en España una merma en el gasto social, desde la sanidad, la educación, la dependencia, la atención a los grupos sociales más vulnerables, pero también en la necesaria ampliación del parque público de vivienda o la protección ambiental, por ejemplo, entre otros gastos indispensables para la felicidad    y el bienestar de la población, que debe ser el objetivo principal de las políticas públicas, no para la adquisición de armas que solo sirven para provocar destrucción, dolor y muerte.

La política que debería desarrollar España en materia de defensa para realmente trabajar por la paz entre los pueblos sería salirse de la OTAN y revisar los tratados de utilización conjunta de bases con EEUU con el objeto de que este país se retire definitivamente de ellas y nos deje en paz.