24/12/24 4:00
Cuando me lean ya habrá pasado el sorteo de Navidad y como cada año habrá algunas alegrías, decepciones y quejas como esas de que soy un gafe y nunca me toca nada. Me topé con un gafe, el de cada año porque hay gafes que no se jubilan jamás, ponen años como todo el mundo, eso sí, pero se repiten hasta la saciedad. Mi pregunta cada año fue la misma, le pregunté cuánto había jugado y me dijo que no compraba lotería. Dentro de mí pienso que es algo idiota porque es imposible que te toque si no juegas, pero a él le importa un pito lo que yo piense porque su morbo está en llorarte y hacerse el mártir.