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Además de aconsejar a los medios de comunicación sobre lo que tienen que hacer para «recuperar la credibilidad», el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne (de Vox) se puso poético y al referirse a la intensidad política de la última semana se refirió a «días que parecen tener más de 24 horas». Posiblemente tenía en mente  todo lo que vivió en los días previos y, sobre todo, en el pleno del martes último. Aquel fue un pleno en que lo fundamental no estaba en lo que se debatía dentro, sino en las negociaciones y conversaciones de fuera. Ese día se escenificó algo que todavía no está claro cómo termina: una alianza de la izquierda con el PP para no encadenarse a Vox, partido que estaba conduciendo al ridículo al Govern de Prohens.
La política balear ha vivido muchas situaciones que se han definido como «históricas» o sin precedente. Pero lo sucedido esta semana se acerca bastante a esa definición.  Iago Negueruela, desde el PSIB;    Lluís Apesteguia, desde Més per Mallorca y Josep Castells, desde Més per Menorca, han coincidido en hablar de «tiempo» y «escenario» nuevo y hasta fantasean con apartar a Vox de la vida política.   

Sin llegar a la frase de Rick al capitán Renault en la última secuencia de «Casablanca», «este es el comienzo de una hermosa amistad», cualquiera de los tres portavoces políticos son conscientes de que han ganado una batalla importante, la de la ley de memoria (no se derogará) y que  se ha visualizado que el único modo que tenía el PP para romper su enredo con Vox era ayudándose por la izquierda. El partido ultra ha acusado el golpe. Su portavoz en Balears, Manuela Cañadas, describió el viernes al Parlament como «un barco de piratas» Según Cañadas, la izquierda y el PP, con la anuencia del Govern, han promovido un ejercicio de «filibusterismo político»

Un gobierno ha retirado por primera vez en la historia los Presupuestos que ya había entregado al Parlament y empezará el año con los de 2024 prorrogados. Vox ya no es socio preferente del PP balear, en lo que se refiere al Parlament, pero incomprensiblemente todo va como la seda en el Consell de Mallorca.

A ninguno de los partidos, ni si quiera al PP, le interesa convocar ahora elecciones autonómicas    esa carta que el poder municipal del Partido Popular pidió a Prohens que mostrara. Pero así y todo si eso ocurriera el PP está en mejor situación que el resto de los partidos. Balears llega al final de año con un salto de guion no previsto hace unos meses: Vox sale de escena y el PP y la izquierda se entienden a la fuerza.