Encontrar vuelo a Madrid se ha convertido casi en misión imposible. La Obligación de Servicio Público entre Menorca y Madrid sigue mostrando, año tras año, una evidente falta de plazas. No es algo nuevo, pero sí un problema que se perpetúa sin que el Gobierno tome medidas.
Actualmente, de martes a domingo, apenas hay 200 billetes diarios de ida y vuelta disponibles, un número claramente insuficiente para cubrir la demanda real. Los datos de ocupación oficiales facilitados por el Ministerio de Transportes son contundentes y hablan por sí solos: en algunos meses la ocupación ha alcanzado el 98 por ciento.
Pese a esa saturación, en agosto del año pasado, el Ministerio de Transportes adjudicó de nuevo la OSP Menorca Madrid sin apenas mejoras, desoyendo la petición unánime de la sociedad menorquina de aumentar las frecuencias de dos a tres vuelos diarios, lo que supondría incrementar las plazas diarias de 200 a 300.
Es sencillo, si no hay mejoras, el resultado es el mismo de siempre. Cada noviembre, cuando arranca la OSP, nos encontramos con más de 10 días seguidos sin plazas disponibles para los vuelos directos a la capital. Cabe recordar que la OSP se instauró en 2013, y las plazas establecidas en ese momento no se han adaptado al crecimiento de la demanda. Más de una década después, estamos, con alguna excepción, en la casilla de salida.
Esta situación tiene consecuencias directas para los menorquines. Muchas personas se ven obligadas a hacer escala en Mallorca o Barcelona, lo que supone no solo pagar un trayecto adicional, sino también, en muchas ocasiones, asumir una noche de hotel porque no hay billetes para regresar el mismo día. Estos extras no son precisamente baratos, siendo los precios a veces prohibitivos para muchas familias, y por lo tanto, convirtiéndose un lujo, algo que no podemos permitir.
Viajar a Madrid no puede ser un lujo, y mucho menos un privilegio al alcance de unos pocos. Para los menorquines, la conectividad aérea es básica, y afecta tanto a quienes acuden por trabajo, por médicos, gestiones urgentes o, para coger conexiones, o simplemente, para visitar la capital para turismo.
Desde el Partido Popular propusimos, antes de la pasada licitación pública, aumentar las frecuencias diarias de 2 a 3. Sin embargo, el Gobierno ignoró esta propuesta, y decidió limitarse a añadir una tercera frecuencia los lunes, como si los menorquines no viajaran el resto de la semana. ¿El resultado? Otro inicio de OSP caótico.
Lo más sorprendentemente de todo es que el propio ministro Óscar Puente, reconoce que las plazas no son suficientes. Pero reconocer el problema y no hacer nada, es política de escaparate, mucho ruido, pero ninguna solución. Vaya, nada nuevo en la forma de gobernar de Pedro Sánchez y sus ministros.
La OSP nació con el objetivo de garantizar que una ruta tan esencial y básica como la de Menorca-Madrid fuera eficiente, permitiendo a los ciudadanos viajar a primera hora y volver a última. Y cuando en 10 días no hay ni una plaza disponible, queda claro que algo falla y hay que buscar soluciones, algo que reclaman todas las administraciones de Menorca y Baleares, pidiendo una tercera frecuencia cada día, pero el Gobierno hace oídos sordos.
Lo vivido por muchos menorquines los primeros días de noviembre es lamentable. Tener que pagar 240 euros, con el 75 por ciento de descuento, hacer escala en otra ciudad, perder un día para un trayecto que, directo, en avión es de 1 hora. Una odisea.
En Menorca no tenemos AVE, no tenemos tren, dependemos de las conexiones aéreas. Tenemos cerca de 1.000 plazas diarias a Mallorca, otras 1.000 plazas a Barcelona, pero solo 200 a Madrid. El Gobierno debe escuchar a los menorquines, atender sus necesidades, y actuar en consecuencia mejorando las condiciones de la OSP. Menorca merece más.
A trabajar, señores del Gobierno.