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Directo al grano: ¿Estamos asistiendo al fin al crepúsculo del wokismo, ese movimiento contra-cultural que exagera y modifica las cosas de la vida y las convierte en obligaciones conceptuales? Ese movimiento, hasta ahora de moda, es la ampliación al límite de asuntos que afectan a minorías con la esperanza de engrandecerlos hasta que oculten y sustituyan a las preocupaciones reales y verídicas de la gran mayoría de la gente.

Creer que el mundo debe de girar exclusivamente sobre el revivir de un racismo ya superado, sobre la inmigración masiva e indocumentada, sobre los derechos de los, las, les transgénicos-as-ques, sobre el ecologismo radical fanatizado, sobre la maldad de la libertad liberal… imponer la confusión de géneros, declarar enemiga de la humanidad a la tradición familiar, proclamar el apocalipsis climático, etc. son preceptos de las creencias wokistas. Todo un catálogo de exageraciones y preocupaciones periféricas, muchas ficticias o desmesuradas, que se imponen para pastorear el mercado de las ideas de occidente. ¡Porque ya supondrán Uds. que estas ideas no cuadran con el día a día de los países del tercer mundo, ¿no?!

El movimiento nació hará unos 10-12 años en las universidades norteamericanas progres como forma de substituir la lucha de clases que mantuvo al comunismo hasta la caída del Muro de Berlín. Y como fondo argumental fácil de vender, se trasladó a Europa confundiéndose en algunos países con un cierto renacimiento del comunismo que en su desembarco en España se tintó de colores venezolanos.   

Pero tanto ir contra natura, contra la realidad de la evidencia genética, contra el desarrollo técnico para mejorar la vida del hombre en la tierra, contra el control y apaciguamiento de una inmigración necesaria pero desbordada, contra las realidades de la tradición climática... ha llegado a cansar. Y así comienza a verse ya en los resultados electorales de los países occidentales donde combatir el wokismo se confunde adrede con la amenaza de la llegada de la extrema derecha (argumento para complacer a bobos desinformados) como único dique de contención argumental. Pura miseria porque el engaño masivo ha sido la característica principal del movimiento woke. No hay guerra de sexos ni hay debacles climáticas más allá de los ciclos históricos y sus dramas periódicos que destrozaron a tantos pueblos durante la edad Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea, etc. Poco nuevo bajo el sol.

Esta semana pasada se ha visto un clarísimo ¡Ya vale, tíos! en los resultados de las elecciones norteamericanas. La rigidez de pensamiento en el wokismo secciona la libertad y asusta a muchos. Kamala Harris es una especie de Ionne Belarra pero a lo bestia. Una progre de libro preocupada especialmente por las cosas que muchos consideran superfluas porque no identifican a la generalidad de la gente sino a determinados colectivos minoritarios o incluso muy minoritarios. Unode los mensajes más exitosos de la campaña de Trump sentenció de forma lapidaria: «Kamala es la candidata de 'elle y elles'; Trump es tu candidato».

Muchos colectivos ya no quieren ser minorías victimizadas sino ciudadanos normales y votar con referencias nacionales y no parciales, no ser productos fabricados en cadena por las plantas de la industria de la pequeñez interesada. Muchas mujeres no quieren ser ni cuota ni hembras a proteger sino simples ciudadanas a las    que las cuestiones de género les preocupa lo mínimo. Muchos creemos en el feminismo de la igualdad, pero no en el de la lucha de clases, el que declara al macho como su enemigo natural.

Llevarlo todo a la extrema rigidez conduce al aburrimiento y a la    ley del péndulo. Y así ha sucedido en EE.UU. Y lo que sucede en Estados Unidos se expande y transmite a todo el mundo. El fin del wokismo está cerca. ¡Al fin podremos escribir sobre mujeres sin censuras!

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Notas:

1- Confirmado: Nadie ha visto a Begoña recogiendo fondos (de fango) en Paiporta.

2- Caso único: La primera vez que Begoña pisó una Universidad fue para dirigir una Cátedra.

3- Lo niegue quien lo niegue el catalanismo impuesto ha causado un terrible mal a nuestra personalidad como menorquines. Y a nuestro ‘rallar en pla’.   

4- Desastrosos resultados educativos en Menorca. El grandilocuente ‘modelo de éxito’ es un fracaso. Previsible.

5- Viejos socialistas mahoneses me dicen estar avergonzados de su partido hoy.

6- ¿Por qué el 45% de mujeres americanas votaron a Trump?

7- Valencia, el análisis de VOX acertó: ‘Ineptitud de la Generalidad y negligencia criminal del Gobierno’.

8- Rosa Díez me presentó a Álvaro Pombo en un acto de UPyD en Madrid. Por allí merodeaban Savater, Vargas Llosa, Arcadi Espada... Maravillosa su descripción del ‘cabreado sentado’ sin arrestos para protestar en la calle. Felicidades por el Premio Cervantes.