René Descartes (1596-1650), filósofo, matemático y físico francés, afirmó: «Con el fin de mejorar la mente, debemos aprender menos y contemplar más».
El aprender es interesante y útil, pero para mejorar nuestra mente, lo que de verdad importa es saber contemplar.
Contemplar es saber meditar sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre las cosas que hay a nuestro alrededor.
Contemplar es muy distinto de aprender. Aprender es acumular conocimientos nuevos. Contemplar, en cambio, significa saber adentrarnos en el significado profundo de lo que conocemos.
La sabiduría deriva de la contemplación, no de los meros conocimientos adquiridos.
El sabio es un contemplativo, no un intelectual. El intelectual, en cambio, puede poseer muchos y diversos conocimientos y no ser sabio. El ideal sería un intelectual sabio.