27/10/24 4:00
Esto es tan pequeño que tengo la suerte de encontrarme, a menudo, con usted, querido lector. No cabe duda de que, más de doce años después, puede que haya comulgado con alguna de mis irónicas opiniones. Me hincho cada vez que me felicitan. Es el ego. Gracias. Pero el mérito no es mío. Hasta un niño de diez años que sea capaz de escribir seguido podría despacharse a gusto en esta columna que sostiene. La actualidad es tan generosa y estrambótica, que no es difícil meter el dedo en la llaga. Hoy, por ejemplo, solo con decir Íñigo Errejón, cualquiera puede hacer un comentario al azar con el que conseguir el aplauso del vulgo.