Pan con pan, comida de tontos, dice el refranero, para referirse al hecho de que la monotonía en la comida no es aconsejable. Muchos piensan que para evitar dicha monotonía no está de más visitar de vez en cuando un restaurante. Por cierto, oigo comentar que durante la temporada veraniega los restaurantes en general han registrado una disminución de clientela. No me extraña, porque los precios se han puesto por las nubes. Mi padre decía que un restaurante no es buen negocio, porque los alimentos, sobre todo en las islas, están muy caros y queda poco margen. Claro que eso era antes del turismo, cuando un menú muy caro valía 20 pesetas. Las cosas han cambiado. Ahora leo comentarios de clientes insatisfechos que afirman: «Salí con hambre y con 80 euros menos». Me parece que con ochenta euros se pueden hacer más de dos comidas caseras bastante abundantes. Mirando la carta de postres de algún restaurante uno comprueba que puede pagar nueve euros por algo que debe de costar dos. Casi 80 por ciento de beneficio bruto.
Les coses senzilles
Comida de tontos
15/10/24 4:00
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