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Directo al grano: Al final ya se reconoce que la inmigración ilegal es una preocupación real para muchos españoles y no solo un tema de ‘los pesados’ de VOX. Veamos: hay tres niveles en el proceso de esa inmigración. Uno: Al principio fue el bucólico buenismo de las grandes palabras que abogaba por las fronteras abiertas propiciadas por corazones henchidos de candidez lo que implicaba que todo el mundo, decían, tenía derecho a venir a asentarse a nuestra Europa de la forma que quisieran y cómo quisiesen. Barra libre.

Eran tiempos (2017) en los que le president Sánchez, supuesto abanderado de la humanidad, y siempre buscando foco mediático, representaba aquella obra teatral televisada del «Aquarius» en el puerto de Valencia yendo a recibir un barco rebosado de víctimas de las mafias que trafican con seres humanos que había sido rechazado en otros puertos latinos. Pero muchos, aunque disfrazada la representación de caridad humana, entendieron esa acción publicitaria como un respaldo a la ilegalidad con efecto llamada al no forzar al barco a regresar a sus pasajeros, ya salvados, alimentados y atendidos civilizadamente, a sus puertos de procedencia. Es ya una opción caducada por envejecida.

Dos: Con el tiempo esas llegadas multitudinarias, incentivadas por el populismo, se convirtieron, ya sin disimulos, en invasiones masivas que transgredían y desbordaban las fronteras de forma insoportable. Por eso algunos países, y la Unión Europea en su conjunto, pasaron a la segunda fase del proceso al lubricar económicamente a los países emisores (o a los que son pasillos que deben de cruzarse para llegar a Europa) para que sirvieran de murallas de contención.

Y también lo ha hecho Meloni en Italia consiguiendo rebajar esas entradas en un 60%. Y aunque no se admitirá, el reciente periplo africano del marido de Begoña, digan lo que digan los titulares que camuflan y confunden la opinión pública, ha tenido la misma finalidad: comprar una mayor observancia de aquellos gobiernos para evitar la futura salida de pateras. Es lo que España ya practica con Marruecos desde hace años con resultado oscilante: hay períodos en los que la cooperación de los marroquíes es más celebrada y otros en los que no se impiden los asaltos a las fronteras de Ceuta y Melilla. Intereses. Pero esa situación no puede durar siempre. Evidente.

Tres: Y entonces ¿cuál es la tercera opción? Pues la que ya se vislumbra, la más dura. Es la que brota de los resultados de las últimas elecciones europeas, esas que paso a paso van demostrando que, ante una realidad tozuda, otra nueva visión política tendrá que encarar el problema porque Europa no puede albergar a media África sin más: la opción es reforzar y fortalecer las fronteras de forma contundente para impedir la entrada irregular y luchar contra todo lo que la incentiva y permite. Ya lo ha empezado hacer Alemania (que ha dejado en suspenso el espacio Schengen al pagar ahora las consecuencias de la mano abierta de Angela Merkel) y también otros países como Hungría, Países Bajos, Italia, Dinamarca, Suecia, etc.     

¿Y España? A pesar de todas las críticas a VOX, el PP ya ha comenzado a modificar sus premisas referidas al tema. La reunión de Feijóo con Meloni es buena prueba de ello. Tampoco los xenófobos del PNV y Junts se opondrán. ¿Y el PSOE? Aunque disimuladamente, también lo irá haciendo. Después del citado viaje africano del Doctor Livingstone Sánchez su partido ha hecho declaraciones confusas que muchos interpretan como un próximo cambio de posición anticipada por un CIS que ya está preparando a la opinión pública al priorizar esa preocupación social en sus encuestas.

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Balears: Hace unos días un conseller de VOX en el Consell de Mallorca anunció que su grupo se opondrá a una moción del PP que solicita al Gobierno central más fondos para ampliar los centros de acogida en Balears. Contrariamente proponía cambiar la moción en el sentido de: 1) Rechazar las políticas de puertas abiertas que se dictan desde Bruselas. 2) Exigir al Gobierno de la nación la inmediata expulsión de los ilegales a sus respectivos países o a Bruselas repatriando a los menas junto a sus padres. 3) Rechazar la apertura de cualquier centro de acogida de inmigrantes irregulares en nuestra región por el efecto llamada que produce. 4) Instar a no apoyar a las asociaciones y ONGs que colaboran con las mafias que trafican con seres humanos.

Puede que a algunos estas propuestas les choque por su claridad y firmeza pero pronto, quiérase o no, tendrán que tenerse en cuenta. La Europa actual es producto del esfuerzo colectivo y del pago de impuestos de todos los europeos una vez superado el trauma / drama de la II Guerra Mundial. Y ahora muchos temen que quienes nada han aportado pretendan beneficiarse de esos esfuerzos ajenos en detrimento de los oriundos.

Advertencia para quien tenga vocación de cretino: La baja natalidad autóctona hace que la inmigración sea absolutamente necesaria e imprescindible para mantener el funcionamiento de las sociedades occidentales. Asumiendo que la inmensa mayoría de los que quieren venir es buena gente y que solo pretenden mejorar su vida honradamente, nadie sensato puede ser contrario a ella siempre que su llegada sea regulada y legal. Pero debe pararse el caos actual. Afortunadamente cada vez lo entiende más gente y más partidos.

Notas:

1- Una asociación norteamericana (NTC) ha ofrecido a Queers for Palestine un millón de dólares si se atreven a organizar un desfile del Orgullo en Gaza y Cisjordania.

2- La Isla del Rey ya se ha convertido en un icono de Menorca. Imprescindible visitarla y maravillarse por la heroicidad restauradora que respira.

3- Pleno en Ciutadella: ¿No tienen derecho los ciudadanos (ciutadellencs y menorquines todos) a saber detalladamente cómo y en quién se gastan sus dineros públicos? Bien por preguntarlo. Mal por no responderlo.