La oleada belicista que estamos viviendo tiene muchas facetas, desde la confianza del Ministerio que cree que la industria de defensa española duplicará el número de empleos, hasta los comentarios aparentemente fútiles que se escuchan aquí y allá. Cualquiera que haya estudiado algo de historia sabe que el aire bélico no puede traer nada bueno, nunca. Pero eso a quienes mandan les importa un pimiento, porque a quienes están muy arriba las simples vidas humanas les parecen insignificantes. Por eso ahora mismo cientos de personas mueren en distintos focos del planeta para regocijo de quienes dirigen el cotarro. La sangre, el dolor, la muerte, las mutilaciones y pérdidas son, como dicen ellos, daños colaterales soportables con tal de alcanzar sus objetivos: el «bien mayor», territorio, riqueza, poder, recursos.
El rayo verde
Bélicos
30/06/24 4:00
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