Pedro Sánchez confesó en su libro «Manual de resistencia» que, durante las primarias para liderar el PSOE, un tal Koldo García, miembro de su candidatura y persona de absoluta confianza, se quedó a dormir con los 57.000 avales en la oficina del entonces candidato Sánchez, frente al temor que pudiera pasar algo en esas horas clave para ganar las primarias socialistas. Pasados los años, el «caso mascarillas» ha explotado, haciendo famoso a Koldo en un caso que afecta de lleno a Balears, sobre todo, por las innumerables preguntas sin respuesta a las que Francina Armengol, como anterior presidenta, se ha negado a responder.
El «caso mascarillas» en Balears no tiene buena pinta por un motivo muy simple y que intentaré resumir. En plena pandemia se compran 1,5 millones de mascarillas FFP2, por vía de urgencia y sin contrato previo, a la empresa vinculada al ayudante de Ábalos por 3,7 millones de euros. Las mascarillas que llegaron eran fake, es decir, no eran FFP2, y el Govern de Francina Armengol las guardó en un almacén y no empezó a tramitar la reclamación hasta 3 años después, cuando ya habían perdido las elecciones. ¿Alguien entiende que te estafen cerca de 4 millones y el afectado no haga nada hasta 3 años después? Armengol no ha contestado, evidentemente.
Los ciudadanos de Balears merecen saber quién dio las órdenes de contratar con una empresa que nunca había vendido material sanitario y mucho menos mascarillas. Porque justamente la policía está investigando si la «recomendación» de contratar con dicha empresa vino del Ministerio de Ábalos, y a cambio, personal del Ministerio cobró comisiones ilegales fruto de dichas transacciones con diferentes administraciones. Esa es la cuestión fundamental que tiene a Koldo García, asesor y persona de confianza de Ábalos, en el centro de la diana.
Las preguntas sin respuesta de Armengol no terminan aquí. Cuando el Govern recibió las mascarillas en abril del 2020, se dieron cuenta de que no eran FFP2, por tanto, inservibles para el personal médico, y las guardaron en un almacén sin decir nada. Entonces, sabiendo eso, ¿por qué unos meses después, el Govern de Armengol informa a la Unión Europea que el material estaba en perfecto estado, para poder pagarlo con Fondos Europeos?
Evidentemente, la Unión Europea, tras conocer lo sucedido, ha decidido abrir una investigación en paralelo a la comenzada desde hace tiempo por la justicia española. Recordemos que en julio del año 2022, la Guardia Civil requirió al IB-Salut la documentación de la compra de las mascarillas, dentro del inicio de la investigación de la trama de corrupción que salpicaba a diferentes administraciones. ¿Por qué el Govern de Armengol lo escondió entonces? Será que no vendía de cara a la campaña electoral.
El PSIB-PSOE, o lo que es lo mismo, Francina Armengol, debería explicar cómo es posible que sabiendo que te han estafado cerca de 4 millones en mascarillas, sabiendo que la Guardia Civil lo está investigando, callen, no hagan nada, no reclamen nada, y solo cuando han perdido las elecciones autonómicas, tramiten un expediente para empezar la reclamación, tres años después. Demasiadas preguntas sin respuesta que generan dudas y más dudas. Última pregunta, ¿por qué el Govern de Francina Armengol guardó en un almacén 1,5 millones de mascarillas hasta que caducaron, volviéndose inservibles? Todo lleva a la misma conclusión, lo sabían, lo sabían todo, y quisieron taparlo.