Concluyó, la tarde del miércoles, Adolfo Vilafranca su intervención en el acto institucional del Consell con esta frase de Karl Popper: «yo puedo estar equivocado y tú puedes tener razón, y, con esfuerzo, podemos aproximarnos los dos a la verdad».
Una aportación proactiva que adquiere valor y sentido en estos tiempos líquidos de la posverdad, las noticias falsas y la desinformación. Y, muy especialmente, de las plataformas y las redes ¿sociales? que, como reflexiona el periodista filósofo Ignasi Aragay, director adjunto del «Ara», «ponen contra las cuerdas a la prensa tradicional, que hace años busca sin éxito su modelo de negocio y la influencia perdida».
La prensa escrita como la hemos entendido durante años se está transformando a velocidades de vértigo. Resisten los medios locales, aquellos que son el diario de referencia de toda una comunidad cohesionada por símbolos, vivencias y celebraciones comunes, como la festividad de Sant Antoni para los menorquines. Medios que, como «Es Diari», apuestan por la información de proximidad.
La prensa tradicional sigue siendo la que, básicamente, alimenta el resto de medios, pero no tiene, dice Aragay, como financiarse. Apostemos por el optimismo para aproximarnos a la verdad, apreciado Ignasi.
Hay soluciones para fidelizar a los lectores y obtener su participación en los objetivos comunes de la continuidad y la modernización del medio. De ahí que ya hayamos puesto en marcha el modelo de suscripción en el digital menorca.info con una magnífica respuesta, que agradecemos.
Volvamos al principio, las redes sociales han cambiado la manera de producir y consumir información, también de hacer política. Debates más crispados y menos profundos, donde gana la visceralidad, cuando necesitamos ideas, razones y matices.
De ahí que, presidente Vilafranca, acierta al citar a Popper y no ver al oponente político como enemigo. Pactar la diferencia.