Todos los amores son imposibles. Y ahí está la gracia. No estamos hechos para disfrutar amores, pero llevamos milenios intentándolo, y en consecuencia, padeciendo mal de amores. De ahí que las historias de amores imposibles sean el género literario más antiguo y exitoso, más que el de grandes batallas y asombrosas mortandades, con naves hundiéndose en el mar y millares de ahogados. ¿Y por qué somos tan aficionados, de toda la vida, a los amores imposibles? Porque estas historias suelen ofrecer razones convincentes y obstáculos insuperables para dicha imposibilidad (oposición de fuerzas irresistibles o costumbres sociales, destino funesto, guerras de por medio, que alguno de los desdichados amantes esté muerto), es decir, que son realmente imposibles. No puede ser, no hay forma, a diferencia de las imposibilidades corrientes, que suceden porque sí, sin razón aparente, y convierten a tales amantes frustrados en auténticos gilipollas incompetentes, que o no saben lo que quieren, o se aburren. O no era para tanto.
Oraciones
Todos los amores son imposibles
23/12/23 4:01
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