El poder a toda costa tiene un coste. Es cierto que vivimos engañados y nos cuelan a un montón de enchufados/das y aplaudidores reproductores de consignas. Solo hay que hacer un cursillo de Odio avanzado y te dan el título de Progre. Lo puedes convalidar por el de Facha. Para la homologación, basta con reducirlo todo al dilema: O conmigo o contra mí. Si dices amén a todo, incluso te pueden nombrar ministro/a de algo. Si no conseguimos ser políticamente correctos, intentemos al menos ser políticamente directos.
No me andaré con rodeos aunque pueda parecer contradictorio. Soy un hombre de paz pero me cae bien Alfonso Guerra. Un poco cabeza cuadrada y simpatizo con Nicolás Redondo. Creyente, pero no me gusta comulgar con ruedas de molino…
No creo que sea facha por opinar que el Fiscal General del PSOE no tiene clara la separación de poderes, o que en el Congreso de los Diputados nos han colado una Armengol por la escuadra (siempre a las órdenes de Pedro Sánchez) o que para presidir el Tribunal Constitucional tienes que ser Cándido, además de Conde y Pumpido.
No pretendo crearme enemigos. Ya está la cosa bastante tensa y hay que calmar los ánimos. Mis opiniones son inocuas y no pretenden ofender a nadie. Sería peor callar y guardar la ropa. El que calla, es cómplice que otorga.
Los más exaltados, que no se preocupen. Ya me pongo verde yo mismo, me cancelo por anticipado, y me etiqueto como enemigo de la Verdad Absoluta.