La mayoría de los vascos, cada vez que escuchamos la palabra España y más cuando se pronuncia a gritos y enarbolando la rojigualda, temblamos. No es odio, es miedo. Y ahora mismo lo que está promoviendo la derecha da miedo. Comprendo que para ellos, devotos de la sacrosanta unidad territorial, lo que provoca pavor es lo que hacen los otros. Pero creo que hay un matiz importante. El que un tipo como Carles Puigdemont decida convocar un referéndum –que no es otra cosa que hacer una pregunta a la gente– a mí no me afecta en nada. Si a través de esa pregunta, si el resultado hubiera sido favorable a sus aspiraciones soberanistas, hubiera comenzado un proceso de desconexión de su territorio del resto del país, pues yo les habría deseado buena suerte y feliz viaje. Que es lo que toca, cuando uno quiere irse.
Patrias
22/11/23 4:01
También en Opinión
- Olas de 11 metros en Menorca obligan a cancelar viajes y afectan a la llegada de mercancías
- Un hombre de 90 años, herido tras caer de su patinete eléctrico en Maó
- Detenida por golpear a un policía local en un dispositivo de control en Ciutadella
- Se queda a un número de El Gordo tras jugar con el código postal de Fornells
- Orden de prisión para el acusado de apuñalamiento por la discusión de tráfico en Maó