¿Cómo están queridos lectores? Espero que bien comidos. Espero que bien cagados, lo de que nuestro bolo fecal sea óptimo es de suma importancia. Espero que con las horas de sueño adecuadas, a pesar de las temperaturas nivel Valle de la Muerte. Espero que con una vida sexual plena, eso quite muchas horas de terapia y mucha mala hostia. Espero que con una vida social idónea, las cañitas y los amigos no pueden faltar. Y espero todo eso de corazón, porque sinceramente creo que las personas que tienen cubierto de una manera digna todas estas necesidades básicas son menos propensas a la violencia, al mal rollo, a las ganas de joderle la vida a los demás, en definitiva, a abrazar el neoliberalismo con trazas gruesas de franquismo que nos están metiendo con embudo sin dejarnos respirar.
Sé que es un brindis al sol, sé que es un grito en el desierto, sé que es más inútil que pedirle a Pinocho que se relaje en un aserradero, sé que es más inservible que una cerveza caliente, sé que es más ineficaz que un abrelatas de goma espuma, pero aún así lo voy a hacer después del punto y seguido. Ya que en tres días nos toca votar pido al menos sinceridad y se la pido especialmente a quienes rebosan testosterona y presumen de patriotas, a los que huelen a coñac, a puro y a toros, a todos esos ¡sin-ce-ri-dad ‘señoros'!
Digan de una puñetera vez que quitarán las jubilaciones, dejen de mandar globos sondas lanzando años al tuntún, si siguen así acabarán prometiendo la jubilación a las cien años, se llamará el plan Matusalén. Y digan también que privatizarán toda la Sanidad cambiando la frase: «es grave, doctor», por la frase: «es caro, doctor».
Digan de vez por todas que los ancianos les importan una mierda porque ya no producen y si hay que dejarles morir en residencias gestionadas por fondos buitres pues se les deja y punto pelota, no será la primera vez. Bueno, si los ancianos en cuestión son un rey corrupto y putero, y uno que tiene unas tiendas de ropa hecha por niños, entonces si importan.
Digan, sin cortarse un pelo, que lo del «gran problema de la ocupación» es un bulo que se han montando, porque lo que realmente quieren hacer es seguir especulando para llenarse los bolsillos con un derecho básico, y constitucional, como es la vivienda. Dato, han montando un teléfono antiokupas en Soria y solo les llaman para trolearles estilo Bart Simpson llamando a la taberna de Moe.
Digan ya que el país les importa una mierda, porque en cuanto puedan se llevarán la pasta a paraísos fiscales, y que robarán a manos llenas, como han hecho siempre a lo largo de la Historia. Suelten por esa boquita, que presume de ir de cara, que solo son patriotas de su propia cartera. Cara al sol con la billetera llena.
Digan, sin complejos, que son orgullosamente machistas, xenófobos, homófobos, clasistas, antidemocráticos, que les va la plutocracia más que a un yonqui un buen chute. Digan que talarán todos y cada uno de los árboles que encuentren a su paso, porque reconocer lo del cambio climático sería malo para sus negocios. Digan, sin tapujos, que cuando oyen hablar de educación y cultura se echan la mano a la cartuchera. Digan, atrévanse, que cuando hablan de libertad hablan de su libertad para quitarnos a nosotros la nuestra.
Venga digan eso y todo lo demás de una puñetera vez… ah, que no pueden, al menos de momento, porque hay elecciones el domingo y no quieren perder votos. Pues esto es lo que hay, ahora que cada cual se haga su propia película. Lúpulo y feliz jueves.
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