TW

31-III-23 viernes

De manera parecida a Al Capone que fue cazado por la justicia por un tema menor de impuestos, Donald Trump acaba de ser imputado no por sus desmanes al pretender adulterar el resultado de las elecciones ni por el infame asalto al Congreso por parte de sus seguidores, acto criminal donde los haya, un auténtico y genuino intento de golpe de estado, sino por el soborno de una actriz porno que presuntamente habría tenido relaciones sexuales con el magnate.

Los diecinueve seguidores de esta columna saben de mi creciente preocupación por el auge del trumpismo, convertido en una internacional de extremas derechas alucinadas que ven realidades alternativas y conspiraciones por todos lados y no dudan en utilizar todos los medios para expulsar a los antipatriotas del tablero político, subvertir las reglas escritas y no escritas de la democracia e instaurar el nuevo reino iliberal en que el entronizado líder cambia las reglas de juego, coloniza el poder judicial y acaba con la división de poderes.

Me tiene sin cuidado si Trump va o no a la cárcel, lo que sí me importa, por instinto de supervivencia, es    que sea inhabilitado y no vuelva a tener el mando de la nación más poderosa de la tierra.

5-IV-23 miércoles

La desaparición del economista, exministro    y portavoz del gobierno de José Mª Aznar es una mala noticia para la democracia española. Hombre sumamente inteligente y, por tanto, dialogante y cordial, solo fracasó en su    esfuerzo por unificar el conservadurismo español con el catalán y romper así la inercia perdedora del PP en Cataluña. Pero recibió órdenes de Génova de dar caña al estatut y todo se fue al traste…

Noticias relacionadas

6-IV-23 jueves

Recibo una llamada de Bruselas en la que un familiar periodista, avezado en lides europeas, corresponsal de acreditadas cabeceras, me expone su extrañeza por la saña con que es criticado en España el presidente Sánchez, vilipendiado con connotaciones fóbicas ( una fobia insólita por su magnitud y transversalidad) y, por otra parte, la buena consideración que se le tiene en Europa.

Le comento lo difícil que resulta defender la labor del presidente en un entorno tan hostil. Aunque argumentes que tuvo que pechar con una      terrible pandemia nada más aterrizar en el poder, batirse con una pertinaz erupción volcánica, sortear una crisis económica global, una guerra en suelo europeo, todo ello con una oposición    desaforada    desde el minuto uno que    critica con furia cualquier medida y su contraria, y trata irresponsablemente al presidente de ilegítimo, al más puro estilo trumpista. Es tan arrítmico el pulso de la oposición y sus terminales mediáticas que uno llega a preguntarse si se toleraría de buen grado (democráticamente) una hipotética nueva victoria del felón Sánchez…

9-IV-23 domingo

Leo en «El País Semanal» un vivificante reportaje    sobre el futbolista Lucas Pérez quien renunció a mejores sueldos en primera división para fichar por el Deportivo de A Coruña, el club de su alma hoy en categorías inferiores, y tratar de poner su camión de arena para que el antiguo SuperDepor vuelva a ser grande.

Ni que decir tiene que el insólito gesto de Lucas le ha convertido en un icono popular en A Coruña, lo cual no debe extrañar en un mundo tan mercantilizado, en el que, gracias al futbolista, aún hay lugar para el romanticismo. Leo Messi podría completar un bonito acorde si, tras firmar  en blanco, volviera a casa. Los culés merecemos una reparación sentimental después de tanto desatino.

12-IV-23 miércoles

Terminan en mi casa las celebraciones de Semana Santa con una última cena laica (en realidad almuerzo, pero me gusta la frase que me ha salido, al igual que el woddyalleniano título de la columna), como colofón de una semana intensa de conversaciones, algunas -las menos- inocuas, de viajes, hijos y cosas por el estilo, pero otras, más aguerridas con la política de por medio. Me han llamado poderosamente la atención algunas hipérboles chocantes, como escuchar que el actual presidente del Gobierno es el mejor de la historia democrática por su política económica  y  sus aportaciones sociales y laborales, mientras otros, más en la línea negacionista de la calidad humana y política del asendereado Pedro, lo hacen reo de expulsión con escarnio de la vida pública…    Y    ahí lo dejo, que dicen los tertulianos.