El mundo es muy grande y no podemos abarcarlo todo, así que nos centramos en lo local y esperamos que se acaben las guerras, pandemias o crisis económicas para poder dedicarnos a lo nuestro con tranquilidad. Confiando en que España no se desintegre ni el Océano Pacífico pierda su lindo nombre.
Vuelve a ser año electoral a diferentes niveles, así que ya estamos en campaña. Los partidos en modo mitin y los ciudadanos aguantando de todos modos.
Donde dije digo, digo Oriol o Arnaldo… tú promete, que luego ya habrá tiempo de hacer lo que te dé la gana. Hacer miedo con la ultraderecha y esconder la ultraizquierda es una jugada maestra. Con Pedro Sánchez están los que le votan por interés y los que no tienen ningún interés en votarle. Mientras, el separatismo sigue en lo suyo y los que quieren cambiar de régimen también. A ver qué pasa cuando todo esto pase…
Cuidado con lo que vemos y oímos a partir de ahora. Es preciso distinguir entre información interesante y manipulación interesada. Querrán inflamar el ambiente para que votemos visceralmente. Y las inflamaciones habituales ya sabemos cuáles son: sentimentalismo, sensacionalismo, catastrofismo y victimismo. Se juegan muchos puestos de trabajo en cada elección, que de eventuales quieren pasar a estables. En una democracia abundan los fijos discontinuos porque los votantes son mutantes. Mientras los militantes son de voto fijo, los simpatizantes suelen ser un poco veletas.
