Lo ha dicho el Papa Francisco: ha empezado la Tercera Guerra Mundial. Y tenemos guerra para rato. Volvemos a estar metidos en un maldito callejón sin salida. La espiral de destrucción, cuando empieza, es difícil de parar sin vencedores y vencidos. Un nuevo desorden mundial asoma a las puertas, con armas más sofisticadas, destructivas y devastadoras que nunca. Guerra híbrida, la llaman. Pero podríamos llamarla guerra total. La tiranía y ausencia de derechos en algunos poderosos países (pongamos China y Rusia, por ejemplo) se han aceptado como algo inevitable, incluso puede que haya quien lo vea con buenos ojos. Siguen la doctrina de «todos contra el imperialismo yanqui, el capitalismo y la democracia liberal». Hay tanta injusticia, desigualdad y abusos de poder, que Norteamérica y la Unión Europea les parecen los malos. Los antiguos bloques de la Guerra Fría se han transmutado y modernizado. Hay demasiada propaganda. Pregúntate: ¿Dónde hay libertad de expresión o derechos humanos? ¿Tú de qué lado estás? Vuelven los tiempos del conmigo o contra mí. En las guerras no te dejan abstenerte y las elecciones son a vida o muerte. Creíamos ingenuamente que estábamos fuera de peligro y que era imposible volver a los desastres de la guerra.
Sin flash
Guerra sin fin
09/10/22 3:59
También en Opinión
- El caso de un restaurante de Maó: «No podemos servir cenas porque no hemos encontrado personal»
- La frase más repetida esta temporada turística en Menorca: «Más gente, pero menos gasto»
- Un accidente con tres heridos obliga a cortar la carretera general durante dos horas
- Estas son las playas de Menorca que desaparecerán a finales de siglo
- Una colonia de cientos de aves altera la vida en la zona de Sa Farola