Teresa Jansà y Joan Febrer intervienen este jueves por la tarde, en Ferreries, en la presentación de «La descristianització de Menorca», título de la investigación realizada por el sociólogo y periodista Sebastià Rotger, que ha publicado Edicions Document Balear.
Rotger Barber ha estudiado la identidad religiosa y las prácticas sacramentales de los menorquines durante el periodo comprendido entre 1950 y 2018. Las fuentes documentales utilizadas para este ensayo proceden del Archivo Diocesano, los archivos parroquiales, los datos civiles del Institut Balear d'Estadística y los informes redactados por Rogelio Duocastella y Joan Estruch.
El autor, Sebastià Rotger, hombre metódico y ordenado, combina su vocación periodística con el rigor del análisis sociológico. Una doble mirada que aporta este trabajo exhaustivo, ameno y clarificador.
El doctor en Periodismo Miquel Àngel Limón, que presentó la obra en el Cercle Artístic de Ciutadella, explica que «este libro plantea la dualidad de si nos hallamos ante un proceso de descristianización o en un proceso de secularización de las costumbres y los rituales» y a continuación responde: «Rotger cree firmemente en el primer supuesto, hasta el punto de anunciar una Menorca futura con una Iglesia de minorías».
El doctor Limón, al hilo de los datos objetivos que descubrimos en este estudio, nos interpela con otras cuestiones: ¿nos hallamos en un periodo de indiferencia religiosa, donde la sociedad mantiene una actitud pasiva, sin romper con la condición de creyentes?, y ¿somos, los menorquines, creyentes pasivos que simplemente descuidamos los sacramentos?
El Concilio Vaticano II (1962-1965) modifica las relaciones de la Iglesia con la sociedad, y el aggiornamiento conduce a un escenario en el que los valores del Evangelio exigen compromiso, responsabilidad y valentía. Cada vez más difícil en este mundo líquido, sordo e indolente.