En marzo de 2019 un grupo de vecinos de Es Castell, usuarios con sus perros del pipicán de Cala Pedrera, presentó una petición al Ayuntamiento para que en dicho recinto se realizaran mejoras. El terreno es generoso, su apertura fue una buena noticia, pero se advertía en aquel escrito –apoyado por cerca de 150 firmas–, de los fallos de seguridad, debido a la escasa altura del vallado y a la proximidad de la carretera; cualquier fuga canina representa un peligro, para el animal y para las personas, por los coches que circulan a mucha velocidad por la vía paralela al parque. Se pedía, como ya se ha hecho en otros recintos de este estilo, en la ronda de Maó por ejemplo, un cercado en condiciones, para poder disfrutar del parque sin riesgos para nadie, además de otras mejoras: no hay fuente, la limpieza y desbroce de la zona son insuficientes, el desnivel del terreno es de una altura considerable, pudiendo ocurrir accidentes en el interior.
Vía libre
Inspección de heces
19/04/22 3:59
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