Ahora mismo las podemos encontrar en todos lados, por los suelos, y no solo porque están a buen precio en cualquier supermercado, sino literalmente por tierra, tiradas en aceras, arcenes, caminos. Sí, son las mascarillas, nuevo residuo, elemento a punto de pasar de moda el día 20, aunque en la práctica ya lo ha hecho, por mucho que la decisión legal espere a que finalice la Semana Santa y que los expertos alerten de que el virus sigue suelto. Pero hace nada, aunque se haya hecho muy largo, no había mascarillas de ningún tipo, y mientras la buena gente se reunía en torno a máquinas de coser para convertir retales en el tan escaso cubrebocas y narices, entre el miedo y el caos de los primeros y desastrosos meses de la pandemia, muchos encontraron el momento idóneo para sacar tajada y hacer suculentos negocios.
Vía libre
Carroñeros sin máscara
12/04/22 3:59
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