La segunda convocatoria de ayudas a los jóvenes para amortiguar los efectos de la crisis económica causada por la pandemia no ha tenido los efectos esperados. Apenas se ha adjudicado un tercio de la cantidad prevista por el Consell, 31.155 de los 105.000 euros presupuestados. Las subvenciones más exitosas han sido las dirigidas a pagar clases de autoescuela y a la compra de un ordenador o una tablet, 49 y 20 ayudas respectivamente. Hay jóvenes, muy pocos, de entre 18 y 30 años, que se verán beneficiados de este fondo público, por lo tanto, no se puede hablar de fracaso, pero sí de un resultado decepcionante, sobre todo si se tiene en cuenta que hubo una encuesta previa y que las secuelas no solo sanitarias, sino laborales y en pérdida de ingresos de muchas familias por la covid-19 son más que evidentes. Algo ha fallado, podría deberse a una deficiente comunicación y, cómo no, a la burocracia. Obviamente esta es necesaria para determinar quién opta de una manera justificada a una ayuda, siempre y cuando no se convierta en un muro de exigencias que al final deje fuera a una gran mayoría de los hipotéticos candidatos.
Vía libre
Becas pendientes
28/12/21 3:59
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