Quiénes saben de estas cosas dicen, que de promesas de políticos y lágrimas de mujer no hay que creer.
Ahora que terminamos de celebrar el 43 aniversario de La Constitución (lunes, 6 de diciembre 2021), conviene recordar que el PP y PSOE, han incumplido a día de hoy la promesa de eliminar los aforamientos. Tanto Mariano Rajoy como Pedro Sánchez, se comprometieron a ponerle fin en el transcurso de sus respectivos gobiernos a este privilegio.
Al Ministro de Justicia en 2014, Alberto Ruíz Gallardón, se le ocurrió decir que se iban a eliminar todos los aforamientos, exceptuando 22, sin contar los que afectaban a la Familia Real, el Presidente del Gobierno, los Presidentes del Congreso y Senado, lo del Constitucional y del Supremo y los 17 Presidentes Autonómicos. El Presidente Sánchez, de momento de «boquilla», iba a eliminar en dos meses los aforamientos de los políticos. Esa situación me hace pensar que la hipocresía es el sudario con qué se entierra la dignidad. Nada ha cambiado. El jueves día 2 de diciembre de 2021, el Congreso aprobó la reforma del Estatuto de Autonomía de Balears para eliminar el aforamiento de 59 Diputados y de los miembros del gobierno del archipiélago, con 329 votos a favor, ninguno en contra y 10 abstenciones (PNV Y PDeCAT), sin embargo, a la hora de llevar a término la anulación de los aforamientos, se empezó a embolicar la troca. Resulta que la falta de acuerdos en un Parlamento polarizado, hace imposible una reforma exprés de la Constitución, y eso a pesar del consenso sobre la supresión de una figura que resulta que las causas penales de diputado, senadores y miembros del gobierno sean investigadas, y si la investigación así lo aconseja, juzgadas por el Supremo en lugar de los tribunales ordinarios, como nos pasa al resto de ciudadanos (conviene recordar quiénes eligen a los miembros del Tribunal Supremo) ¿Por qué ese interés de mantener ese privilegio de los aforamientos? Para lo que interesa se nombra a EEUU pero para lo que no interesa, no se dice ni esta boca es mía. Por ejemplo que en EEUU no existe ningún aforado. El archipiélago canario, es la primera Autonomía que acabó con los aforamientos, si no recuerdo mal, fue en 2018. Los 70 diputados autonómicos más el ejecutivo regional en la Autonomía de Cantabria, con 35 miembros en su Parlamento, la anulación del privilegio de aforamiento, ha entrado en vigor este año en el mes de marzo. La Rioja está en trámites, de momento ha superado el escollo de la Cámara Baja.
Como podemos ver, son los dos grandes partidos los que a nivel nacional siguen mantenido ese decimonónico privilegio, que entre otras cosas contribuye a que la justicia no sea igual para todos, como sostienen precisamente aquellos que incluso de entrada ya tienen unos jueces diferentes, aunque en puridad, supongo que da lo mismo, toda vez que tanto los jueces del Tribunal Supremo como aquellos de Tribunales ordinario, creo que se rigen con las mismas leyes, aquellas que emanan de nuestro Código Penal. A partir de esta garantía no veo privilegio ninguno entre quien dicta una sentencia en el Tribunal Supremo y aquel otro que lo hace en un juzgado de provincias, aunque barrunto que algo tiene que haber, cuando a los aforamientos se les tiene como un privilegio y sólo al alcance de unos pocos, aunque en España no sean tan pocos precisamente, y que además, los que lo tienen, les viene muy cuesta arriba dejarlo, tanto, que los dos últimos Presidentes del Gobierno, no han cumplido de momento, con lo dicho al pueblo.
«Algo tiene que tener el agua cuando la bendicen».