El impuesto turístico sostenible grava el turismo, pero calificarlo de sostenible ya es otra cosa. Se recauda a través de las estancias turísticas, las de todos, también las nuestras, de trabajo u ocio en islas vecinas o de escapada en la propia. El objetivo de la ley que lo regula era realizar inversiones de conservación medioambiental, recuperación de patrimonio, así como el impulso a la investigación y la protección del entorno. Eso es por lo que la gente cree que paga, es su modesta contribución a amortiguar el impacto que genera cuando pasa las vacaciones en Balears, se ducha, produce basura, llena sus playas, conduce..., muchos hasta lo pagarán contentos para borrar su huella ecológica. Pero lo cierto es que la recaudación de 2021 y 2022 tendrá otro destino.
Vía libre
Impuesto no tan verde
16/11/21 1:01
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