Ahora muchas peluquerías son «unisex», se dedican tanto a mujeres como hombres. Antes los «barberos» eran hombres provistos de una navaja tremebunda con la que tanto podían afeitar como cortar el pelo. O una oreja. En las peluquerías ya no hay tebeos, pero sigue habiendo revistas. Es una buena manera de que el peluquero o peluquera se sienta relajado. Él o ella van cortando y tú vas leyendo. Al final… no te arriendo la ganancia. El otro día eché mano de la primera revista que vi y… era un Lecturas retrospectivo, titulado «años dorados». Creo que di un paso atrás de más de cincuenta años en el tiempo. Claro, viajar en el tiempo aún no se ha inventado, pero basta con oír canciones o ver imágenes de otra época para hacerlo mentalmente.
Les coses senzilles
Los años dorados
19/07/21 0:16
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