Las imágenes captadas hace un año por los defensores de los animales eran incontestables, repugnantes, mostrando una yegua moribunda, abandonada a su suerte, en una finca de Maó. El propietario ya había sido señalado en 2018 pero entonces no se profundizó en un caso que, al final, se ha demostrado que era cierto. Y eso pese a que las quejas de colectivos animalistas ya se trasladaron entonces al Ayuntamiento, al Consell y al Seprona. Pero han pasado tres años hasta que, ahora sí, un juez ha constatado lo sucedido, y se conocen detalles como que el condenado mató apaleando a una yegua y abandonó a 16 caballos. Hechos admitidos, el culpable dio su conformidad, algo bastante usual en estos casos porque lleva aparejada la suspensión de la pena a condición de que no vuelva a delinquir, a su participación en programas de protección de los animales y a que cumpla con los años de inhabilitación para cualquier profesión relacionada con los mismos. La Protectora pidió en su día que ningún condenado por maltrato pueda tampoco participar en las fiestas, que precisamente tienen como protagonista a este noble animal.
Vía libre
Victoria amarga
16/06/21 0:33
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