Estamos preocupados por la irrupción creciente de la Inteligencia Artificial. Hay visiones apocalípticas que nos dicen que seremos controlados por las máquinas. Como pasa ahora, pero a lo bestia. La criatura que se revuelve contra su creador. Un Frankenstein que nadie es capaz de dominar y que toma decisiones que nos perjudican. Robots-soldado que atacan según una programación que desconocemos. Una vez programados, ya no podemos desactivarlos. Máquinas que realizan un trabajo que dejan de hacer los humanos. Cirugía, vigilancia, cocina o enseñanza… son muy versátiles las maquinitas. Porque nos domina la razón instrumental. Esa que solo piensa en conseguir los objetivos de la manera más eficaz posible, sin meterse en grandes disquisiciones morales. Podemos proponernos cualquier fin y, más pronto que tarde, encontraremos cualquier medio. Todo tangible, visible y divisible. Nos creemos tan listos que llegaremos a autodestruirnos como especie. Olvidamos la conciencia de nuestra fragilidad.
Sin flash
Estupidez artificial
13/12/20 0:00
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