No conviene endiosar a nadie. Todos cometemos errores. Cuando llegó Barak Obama a la presidencia fue tan aclamado, que asesores suyos le decían «defráudales, comete pronto errores para que la gente no te ponga el listón muy alto». Esta anécdota me sirve para valorar a una persona cercana que me gusta por su temple a la hora de gestionar ciertas situaciones críticas. Es un hombre que disfruta de la vida, de los pequeños placeres, como andar con sus hijas al colegio y hablar con ellas, o como ir en bicicleta -que era lo que más le gustaba cuando era pequeño-. Pero cuando la vida le da reveses sabe como encajarlos, considera que siempre hay alguien que lo está pasando peor, «entonces quién soy yo para quejarme». Muy de la línea de una modelo que decía en Instagram «si sientes que tu vida es un desastre, te invito a darte una vuelta por un hospital: a la sala de urgencias, a terapia intensiva, por los pasillos de oncología; o un hospital infantil, y entonces vas a entender que teniendo salud ya eres más que afortunado».
Supervan Family
Actitud ante las cosas
25/11/20 0:00
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