TW

Dicen quiénes lo saben, que a un tal Onassis le sobrevino su fabulosa fortuna aquella vez que el petróleo bajó tanto su precio que estaba literalmente por los suelos. No valía ni lo que costaba sacarlo, y fue cuando Onassis se lió de una forma compulsiva a comprar todo el petróleo que pudo, llenando todos los barcos que le fue posible conseguir, comprando o alquilando además enormes depósitos de refinerías en desuso. Al final había invertido lo que tenía más lo que consiguió prestado. Como ya no es la primera vez que sucede, unos meses más tarde, el combustible fósil volvió a subir como la espuma y aquella inmensa reserva de Onassis le hizo inmensamente rico.

Noticias relacionadas

Como ustedes seguramente saben, ahora está el petróleo literalmente por los suelos, tanto es así, que se ha llegado a publicar que no saben dónde almacenarlo, no saben qué hacer con él, de manera que es la gran ocasión para imitar al espabilado griego y ponernos a almacenar crudo en cantidades astronómicas, porque sin duda, el día que menos lo pensemos, volverá a subir y al que se le haya ocurrido imitar a Onassis, se puede encontrar con una plusvalía asombrosa. Es como tener visión para la bolsa, cuando determinadas productos bajan, es precisamente cuando hay que invertir en ellos, porque volverán a subir en cualquier momento. Un tal Rockefeller lo sabía y así fue como amasó una fortuna. Un día le preguntaron cómo se enteraba de esas cosas, contestó: «Se lo pregunto a mi chófer».