Cuando el gobierno pide, siguiendo el consejo de las autoridades sanitarias, que no salgamos de casa, salvo para aquellas cosas puramente necesarias, las carreteras que van de Madrid al Levante se llenaron de coches, como si fuera una más de esas evasiones anunciadas de todas las Semanas Santas. De entrada alarmando a los levantinos ante la llegada masiva de madrileños, justamente la población donde más contaminados hay por el covid-19, que insolidariamente se han tomado «esto» como unas vacaciones. Claro que, con lo que no contaban, es que al día siguiente, sábado 14, el gobierno prohibió tajantemente el ir a la playa, el cierre de bares, restaurantes, discotecas, incluso circular por la calle si no es por un motivo muy determinado, de manera, que los que se hayan ido al levante les va a dar lo mismo estar encerrados allí que estar encerrados en Madrid, poniendo en manos de la policía municipal el que estas normas se cumplan por el bien de todos.
Sa gleva
¡Qué vergüenza!
17/03/20 0:00
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