LA CASITA PROTEGIDA Y APUNTALADA. En los terrenos adquiridos por el Grupo Juaneda para construir la nueva Clínica Menorca se ubica esta casita protegida y catalogada, pero tan deteriorada que ha sido apuntalada. Foto: JOSEP BAGUR GOMILA
Aún resuenan, en Menorca, los ecos de aquella épica y contundente frase, atribuida al irrepetible alcalde Antonio Pons Timoner: «efectivamente, no cuenta con licencia, pero tiene permiso». Fue la respuesta -irrebatible- que habría dado a una pregunta del PSOE, desde la oposición el Ayuntamiento de Alaior, sobre unas obras en La Argentina.
Esta semana los arquitectos de Menorca han vuelto a reclamar -una vez más, y van- agilidad en la tramitación y concesión de las licencias, atascadas en un laberinto de leyes, reglamentos y normas sometidas a múltiples interpretaciones. Para complicarlo aún más, se modifican, corrigen y subsanan en un bucle constante e interminable, que desborda la capacidad de la comprensión humana.
A la espera de informes
El calendario del Grupo Juaneda para construir la nueva Clínica Menorca en el Camí de sa Caleta de Ciutadella se está incumpliendo «porque faltan informes». Estamos hablando de una inversión de quince millones de euros que se retrasa por la responsabilidad exigible a las administraciones y los funcionarios implicados, con unos plazos que se dilatan.
En julio pasado, previsores y para evitar problemas, los responsables del Grupo Juaneda mantuvieron encuentros con el Ayuntamiento de Ciutadella y la Conselleria de Salud «para aclarar dudas». El gerente, José Luis Bosch, declaró: «queremos estar seguros de que cuando todo esté correcto y así no se demore la licencia». El proyecto tuvo entrada en julio en las oficinas municipales. Bosch confió de buena fe en el acuerdo aprobado por el pleno del Ayuntamiento de Ciutadella que acordó priorizar este proyecto y conceder la licencia de obras antes de diciembre, fecha marcada para iniciar las obras del nuevo centro sanitario.
La fase gaseosa
Siete meses después no han empezado las obras porque aún no se ha aprobado la licencia. Los técnicos municipales detectaron deficiencias que, transcurridas varias semanas, comunicaron al Grupo Juaneda, por lo que nos hallamos en la gaseosa fase de subsanación.
Un trámite de duración indeterminada durante el que los funcionarios pueden descubrir otras deficiencias. Al mismo tiempo, en el Ayuntamiento aguardan la autorización definitiva del Govern. La Conselleria de Salud debe remitir el informe favorable de la dirección general de Salud, Formación y Acreditación, pero -atención, no se hagan ilusiones- este dictamen precisa de otros tres informes favorables sobre la dispensación farmacéutica; el de sanidad ambiental, que corresponde a la dirección general de Salud Pública, ahora en fase de trámite; y el que debe emitir el área de Seguridad Alimentaria, hoy pendiente.
Una vez se hayan redactado todos los informes parciales, la Conselleria que dirige Patricia Gómez haya emitido el definitivo con la autorización, y en el Ayuntamiento no detecten más deficiencias a subsanar... entonces el Grupo Juaneda obtendrá la licencia que le permitirá empezar las obras. O no, porque en los terrenos donde ha de construirse la nueva clínica, sigue en pie una antigua casita de veraneo, tan deteriorada que ha sido apuntalada, pero con el grave inconveniente de estar protegida y haber sido incluida y catalogada como edificación con valores patrimoniales, históricos y artísticos.
Retraso crónico
El retraso crónico en la tramitación y concesión de las licencias de obras un problema que se registra desde hace años en los ocho municipios de la Isla.
Ni el silencio administrativo ni el procedimiento de la declaración responsable han agilizado los trámites y reducido los plazos para obtener las autorizaciones. La situación se complica cuando intervienen otras administraciones. O sea, cuando los técnicos municipales recaban informes y dictámenes de otros organismos, lo que dilata los plazos. O cuando se entra en la maraña de las subsanaciones y la famosa, por temida, petición: «aporte Vd. nueva documentación». Un embrollo interminable que acaba con la paciencia de promotores, arquitectos, aparejadores e ingenieros.
Aportemos la reforma del Plan Especial del Casco Antiguo de Ciutadella, cuya aprobación se demoró meses, y cuyo último informe fue emitido por el Institut Balear de la Dona.
Malestar y frustración
La mesa redonda organizada por los arquitectos de Menorca ha evidenciado el enorme malestar y la frustración que generan los retrasos en la concesión de las licencias. Una exigencia que las administraciones no se aplican a sí mismas al ejecutar obras o utilizar espacios públicos (léase Can Saura) que incumplen las normativas impuestas a los ciudadanos sujetos pasivos generadores de IRPF y las empresas que pagan el Impuesto de Sociedad y cobran el IVA para Hacienda.
La torre de control
El Parlament se ha pronunciado esta semana en la misma línea del acuerdo aprobado el 21 de octubre por el pleno del Consell: exigir a AENA una nueva torre de control en lugar de instalar un equipo virtual. Al día siguiente, Consell y Govern aceptan la torre virtual, pero la Unión Sindical de Controladores Aéreos advierte que hoy no existe en el mundo un aeropuerto con las características de Menorca que funcione exclusivamente con una torre remota.
PREGUNTAS DE LA SEMANA
¿En qué fecha fue redactado el dictamen del Consell que estima el recurso de la Martí i Bella sobre la declaración de Punta Nati como BIC?
¿Por qué se niega a debatir el conseller Martí March la ubicación del nuevo centro integral de Formación Profesional?
¿Quedará el centro urbano de Ciutadella sin Policía Local, tal como ha denunciado CCOO?
¿Quiénes serán los menorquines galardonados este año con los premios Ramón Llull de la Comunidad Autónoma?
¿Cumplirán el Consell y el Govern los acuerdos plenarios para exigir a AENA una nueva torre física en el Aeropuerto de Menorca?
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