Pretérito viene del latín, raíz común de castellano y catalán, con el significado de ‘pasar, dejar atrás'. A veces, le llamamos pasado. Y lo pasado, pasado está. Aunque el pretérito sea imperfecto, el momento actual también lo es y lo será el futuro. Siempre hay cosas por mejorar, por eso nos dedicamos a ir mejorando lo presente.
El presente es lo que vivimos ahora mismo y su otro significado, regalo, nos debería llevar a dar las gracias por el simple hecho de estar vivos. A pesar de todo, existir es una maravilla que debemos compartir generosamente para que no se convierta en una prisión que nos atrapa en el tiempo, aislándonos de los demás y de la posibilidad de amar y disfrutar de cuanto nos rodea.
También está el porvenir, curiosa manera de decir futuro. Lo que está por venir, nadie lo sabe a ciencia cierta, aunque la ciencia intenta predecirlo y algunos no científicos pretenden adivinarlo. Sin capacidad de predicción, nuestras posibilidades de supervivencia disminuyen; desde una gripe a una revolución, prevenir es mejor que pringar. Siempre habrá un componente de misterio o ignorancia en nuestras vidas. A no ser que nos hayamos convertido en algo que no nos va a gustar.
Los robots no se llevan sorpresas, pero tampoco sienten ni padecen. La robotización de los humanos empieza por la programación mental.
Están creciendo los intentos de imponer lo políticamente correcto, el pensamiento único, condenar la disidencia.